BIENVENIDA A NUESTRO PÁRROCO D. LORENZO
1.- Bienvenido sea párroco
a este humilde lugar
os suplicamos la venia
para empezar a cantar.
2.- Nuestro buen ayuntamiento
con el juez y el alguacil,
pobres, ricos y con título
os salen a recibir.
3.- La Junta Administrativa
la enhorabuena le da
en representación del pueblo
en misión de autoridad.
4.- Dígnese entrar en el arco
que le han hecho las doncellas
se tendrán por muy honradas
y el vecindario con ellas.
5.- Respetuosas saludamos
a este párroco celoso
para bien bien de nuestras almas ese será su propósito.
6.- También los niños y niñas
con su inocencia y candor
como todos los de Humada
os saludan con amor.
7.- El párroco D. Lorenzo
que viva por mucho tiempo
Dios le de salud y gracia
para hacernos cual debemos.
8.- Los pajarillos del cielo
nos alegran con sus cantos
alabando a nuestro párroco
al visitar nuestros altos.
9.- En la torre las campanas
vontean con grande afan
porque está entrando en Humada
el padre espiritual.
10.- Ser dóciles prometemos
a su palabra y consejo
sus misas escucharemos
sus mandatos y preceptos.
11.- Viva la España católica
y viva su religión,
que reine en nuestros hogares
que reine en nuestra Nación
12.- Viva este pueblo querido
que hoy rebosa de alegría
por oír a nuestro párroco
en tan señalado día.
13.- Caminito de la iglesia
llegaréis hasta el altar
para elevar nuestras almas
y enfervorizarlas más.
14.- Gracias le damos a Dios
y a la Virgen Soberana
porque viene sacerdote
a la parroquia de Humada.
15.- Ya llegamos a la Iglesia
la santa casa de Dios
a ofrecerle humildemente
un acto de contrición.
16.- Y que su divina gracia
nos inflame el corazón
en el cusro de esta vida
hasta la última mansión.
17.- Dios quiera que algún día
en el cielo, cara a Dios
cantemos sus alabanzas
con grande satisfacción
18.- Al finado D. Inociencio
recordamos con dolor
que cuarenta y siete años
esta iglesia regentó.
19.- Y que Dios le tenga en la gloria
en premio de su virtud
y el sacrificio que puso
por nuestra espiritual salud.
20.- Damos fin a nuestro canto
elevando nuestra voz
suplicando al Altísimo
para todos el perdón.
21.- Consecuencia de esta gracia
podamos ir a gozar
con los santos de la Gloria
por toda la eternidad.
Ubaldo Susilla
Humada, 12 – III – 1950
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