Medio centenar de castros afianzan la historia de Las Loras

 

EL CORREO DE BURGOS

Revisión histórica

Los investigadores Ignacio Ruiz y Ramón Bohigas dan a conocer el hallazgo de medio centenar de castros del Bronce y asentamientos romanos en esta comarca burgalesa

23/07/2012

  1. M. / Burgos

La estratégica ubicación de la comarca de Las Loras, así como la sorprendente concentración de yacimientos de la Edad de Hierro existentes en este área, quedó aún más patente esta semana tras la conferencia ofrecida en la Diputación Provincial, por los investigadores Ignacio Ruiz y Ramón Bohigas. Junto a Alfonso Bourgon, ambos han encabezado 3 años de prospección en la zona, logrando así verter más luz sobre el pasado de la provincia.

«Ahora queda el trabajo de despacho’, ya que estos datos servirán para hacer un estudio exhaustivo de poblamientos, a la vez que se renovará el permiso de prospección para seguir tras el verano, y lograr más datos», avanzó el catedrático de Historia y miembro de la Academia Fernán González, Ignacio Ruiz.
A lo largo de su ponencia, los expertos destacaron el hallazgo de varias piezas pertenecientes a diversas épocas, siendo la más antigua un chopper -una herramienta antigua de piedra tallado para darle un filo cortante- de una cronología que los expertos creen que oscila entre los 400.000 y 1,1 millones de años. Junto a ésta, la más moderna, un cobre castellano -vellón-, datado en 1636.

Pero sobre todo, centraron la atención sobre el hallazgo de más de medio centenar de castros que probaron cómo los habitantes de la zona, durante la época final del Bronce y primera del Hierro, «no sólo perseguían la labor defensiva», compartida con otros asentamientos y lugares ya conocidos y datados -como el castro de la Mesilla o el de Los Brezos de Salazar de Amaya entre otros-, «sino también la de aprovechar las riquezas naturales que la zona les ofrecía».

‘Transterminancia’
Ruiz resalta así, el alto número de poblamientos existentes en el entorno observado, pero con distancias cortas entre ellos y ocupados por grupos pequeños, lo que hace pensar en poblaciones ‘transterminantes’ que iban de asentamiento en asentamiento según la época».

Ruiz aclara así las diferencias de éstos con los trashumantes, «ya que éstos últimos realizan desplazamientos anuales, mientras que los de los primeros son más cortos y en menores períodos de tiempo». La comarca estudiada se extiende así, en la franja de territorio comprendida entre la provincia palentina -como límite al Oeste-; Montorio y entorno de Huérmeces en la parte Este, el valle de Valdelucio como límite de acción al Norte y el entorno de las localidades de Sasamón y Villadiego al Sur.

«Una zona geográfica muy concreta y de alto valor arqueológico y estratégico, recuerda que todos ellos se hallan en la comarca de Las Loras, unos relieves que muestran hoy -como zona altas-, lo que hace muchos millones de años era en verdad la parte más baja de los valles cercanos», recordaba Ruiz. Situación que remarca el interés por ellas de estas poblaciones, lo que da lugar a la ubicación de los 50 nuevos castros hallados en espacios muy cercanos.

Asimismo, suma la presencia de estos asentamientos, a la estratégica situación de esta comarca a los pies de la cordillera Cantábrica y de los páramos del valle del Duero. «Lo que permitió a su vez un doble aprovechamiento ganadero y agrícola -al estar en dos zonas de explotación-, así como de los tajos que hicieron los afluentes del Pisuerga en Las Loras al atravesarlas de Norte a Sur».

Aprovechamiento que se repetiría tiempo después, en la Edad Media, «algo que constata el haber hallado también asentamientos de la Alta Edad Media de tipo fortificados». Uso evidentemente unido a la importancia que ya tuvo este entorno en la antigüedad como destacado eje de comunicación «como lo es hoy al contar como prueba de ello, con la presencia de la carretera de Burgos a Aguilar», recalca.
Finalmente, Ruiz remarca la importancia de los hallazgos a la hora de ubicar su relación con el momento del paso de la época indígena a la romana. «Transición muy marcada por las guerras cántabras, donde estas tierras burgalesas destacan como ubicación de campamentos romanos, en cuyas cercanías estaban los castros en los que se ha encontrado numeroso material bélico que se ha ido recuperando».