EL APELLIDO HUMADA
ENCICLOPEDIA HERÁLDICA GENEALÓGICA HISPANO AMERICANA
Volumen 47, pág 147
Autores: Alberto y Arturo Garcia Carraffa.
El el diccionario de apellidos, refiréndose al apellido Humada los autores afirman textualmente “que procede del lugar de Humada, del partido judición de Villadiego, en la Provincia de Burgos. También hubo de este apellido en las Encartaciones de Vizcaya.
Pedro Ruiz de Humada, casó con doña Mari Alonso de Salazar (hija de Gonzalo López de Salazar y de doña María de Tamayo)
Bibliobraafía- “Rosal de la Nobleza”, de Antonio Barahona, M., folio 153
Al aportar nuevos datos del apellido Cepeda en el Capítulo de Omisiones y Ampliaciones al referirse a los apellidos de Santa Teresa de Jesús los autores hacen referencia al otro apellido de la santa, el de Ahumada o Humada recogen la información del Padre Fray Jerónimo de San José, cronista de la orden carmelitana y biógrafo de la Doctora de Avila.
Dicho religioso afirma que este apellido de Humada o Ahumada, que llevó la madre de Santa Teresa de Jesús, procedia de un tal Fernando, natural de Ávila, y añade “que al tiempo de la perdición de España, habiendo defendido en Burgos uno de ellos llamado Fernando, con tres hijos suyos, una torre o castillo, hasta que los moros le pegaron fuego, se retiró después a la montaña con el infante don Pelayo, y éste le dio por armas una torre ahumada, echando fuego por puertas, ventanas y homenajes. De este don Feranando de Ahumada procedieron muchas familias que se honran con este apellido y principalmente dos. Una que hizo asiento en el Valle y Merindad de Antezana, en las Montañas de Burgos. La otras en las mismas Montañas en la villa de Ahumada, que por ventura fundaron ellos o por lo menos le dieron su apellido y ésta es la que llaman Villadiego”.
Es muy dudoso que si don Fernando fuese natural de Ávila y que defendiese en Burgos una torre o castillo, pues Burgos no tuvo importancia, ni fue población hasta la época de la Reconquista.
También es dudoso que el Infante don Pelayo le diese escudo de armas, pues esto comenzó a concederse a los caballeros en tiempos del rey don Fernando III el Santo.
Por añadidura el valle de Antezana no está en las montañas de Burgos, sino en las de Álava, ni siquiera pertenece a la parte burgalesa que después se unió a Álava.
Finalmente la villa de Humada nunca se llamó Villadiego, aunque pertenece a su jurisdicción.
Don Luciano Huidobro, ilustre cronista de la Provincia de Burgos y natural de Villadiego, por su parte prescinde de la opinión de Fray Jerónimo y amplia la documentación al afirmar que “parece creíble que en la salida de los montañeses cántabros a Castilla, después de la muerte de Alfonso, El Católico, formaran con sus bandas pueblos de behetría y comenzaran la repoblación de los vallos situados en las cercanías de Mave y Amaya, reconquistadas por el citado monarca y repoblada la última por Ordoño I, despues de 865, cuyas entradas defendían los castillos de Gama, Ordejón y Úrbel y las cordilleras que formanban entonces los límites del reino cristiano astur-leones.
Uno de aquellos pueblos de behetrías parece haber sido el llamado tradicionalmente de las Humadas, al norte de Villadiego, que tomó el nombre de una familia noble que edificó allí casa y torre fuerte, según declaraciones de diez testigos, algunos de ellos casi centenarios, que comparecen en la información de nobleza de Francisco Humada, hecha en 1.663. Uno de los testigos añade que los señores de Humada estaban emparentados con los más nobles de la tierra, por padre y madre.
En el Becerro de las Merindades de Castilla (1.352) se cita a una de las poblaciones con el nombre de Fumada de la Behetría. Esta era de Santa María de Rocamador u estuvo sito en una altura al Sureste, donde sólo queda una ermita que parece haber sido iglesia.
De la primera de las citadas villas, o sea la de Humada, fueron Gonzalo Ruiz de Fumada y sus hijos Pedro de Fumada, Gómez Ruiz y Rodrigo de Fumada.
Desconodemos los inmediatos descendientes de estos Humada hasta el siglo XVI. Entoncen vivían dos hermanos llamados, uno de ellos, Alonso de Humada, cuyos descendientes continuaron viviendo en la torre, y el otro, Juan de Humada, que casó y vivió en Sandoval de la Reina. Estos dos hermanos eran hijos de Bernardo de Humada.
De la referida información se conserva una copia en un cuaderno escrito en 1.735, guardado en el archivo parroquial de Humada. En ella los testigos convienen en declarar que la casa solar de Humada estaba junto a una fuente, con prados, soto donde apacentaban los caballos, y pontón. Con privilegio exclusivo sobre el uso del agua y aún de las de lluvia en la población, que sus dueños concedieron al Concejo a cambio de segarles las cosechas de cereales y la hierba de la pradera y de darles ciertos humazgos (fumazgo: tributo que el propietario de cada hogar o chimenea construida en territorio señorial pagaba al señor en reconocimiento del señorío o dominio del suelo).
El edificio de dicha casa solariega ha desaparecido, pero se señala su emplazamiento claramente a unos cincuenta metros al sur de la población.
Los mismos testigos añaden que la citada casa era de las más honrosas de aquellas montañas y uno de ellos aseguraba que era la más noble, emparentada en la tierra con un Caballero de Orden Militar y con otras personas muy graves y calificadas. Desconocemos el nombre de ese Caballero, pues los que de este apellido figuran en los catálogos de las Órdenes Militares son todos avecindados en Andalucía.
Pocos son los datos que se suministran de los descendientes del citado señor Alonso de Humada, concretándose en Juan de Humada, Antonio de Humada y Martín de Humada, hijo, nieto y biznieto, respectivamente de Alonso de Humada.
El archivo parroquial no alcanza en sus libros al tiempo de estos caballeros. Parece ser que a Juan de Humada, avecindado en Sandoval de la Reina, sucedió Alonso de Humada y a éste Juan de Humada, que casó con doña Bríginda de Vegas y procrearon a Francisco de Humada y Vegas.
En el catastro de la Ensenada, correspondiente a Humada, sólo figura un Francisco Humada, del estado llano.