Los santos reyes

Esta es otra versión, más completa,  de “Los reyes Magos” recogida de la tradición popular por D. Joaquín Gutiérrez, que durante muchos años ejerció de pastor en Humada. Joaquín era muy aficionado a la escritura y le gustaba recoger dichos y acontecimientos de su época, mediados del siglo pasado, y plasmarlos por escrito.

Esta noche son los Reyes

primeras fiestas del año

donde damas y galanes

a Dios piden aguinaldo,

yo se lo vengo a pedir

a este caballero honrado.

 

Del Oriente Persia salen

tres reyes con alegría

van guiados de una estrella

luces de noche y día,

 

Esta estrella no es errante

ni es cometa dividida

que es un ángel que anunció

a los pastores la dicha

del nacimiento dichoso

de aquel Divino Mesías.

 

Caminan los tres gustosos

y llegando a Palestina

la estrella se retiró

porque así Dios lo quería.

 

No preguntan por posada

ni tampoco por comida,

preguntan por aquel Rey

que es el Autor de la vida.

 

Van al portal de Belén

donde la estrella les guía

vieron al recién nacido

en los brazos de María

y con grande reverencia

se apostaron de rodillas.

 

Y al niño Dios adoran

y a su madre esclarecida

el uno le ofrece oro

el otro le ofrece mirra

y el otro le ofrece incienso

que para el cielo caminan.

 

Estos soberanos dones

que ofrecen con alegría

los heredaron de Abraham

y de su genealogía.

 

Oro ofrecen como Rey

de todas las jerarquías

el incienso como a Dios

potencia grande infinita

la mirra como a mortal

misterios que ellos creían.

 

Este día de los Reyes

celebra la Iglesia misma

y su sagrado bautismo

en enero a los seis días.

 

Este día se pusieron

los tres reyes en una pila

donde fueron bautizados

por su ley santa y divina,

 

Tomás les echaba el agua

y su nombre les ponía,

a uno le puso Melchor

a otro Gaspar le ponía

a otro puso Baltasar

¡Oh, qué feliz compañía!

 

Los años que estos vivieron

en esta mortal vida

Melchor vivió 120

¡Oh, qué edad tan florecida!

Gaspar vivió 110

¡Oh, qué edad tan peregrina1

Baltasar 83

también edad muy cumplida.

 

En el año del setenta

según la pluma lo dicta

recibieron el martirio

por la iglesia esclarecida.

 

Y ahora, ilustres señores,

los que en esta casa habitan

mándenos el aguinaldo

para que logren la dicha

del nacimiento dichoso

de aquel Divino Mesías.

 

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