La contrata (1.962)

LA CONTRATA (1962)

Antiguamente la muerte de un animal vacuno suponía una importante pérdida económica para su propietario, sobre todo si formaba parte de la pareja o yunta con la que realizaban las tareas agrícolas más importantes.

Cuando moría un animal, si su carne era útil para el consumo humano, los cortadores o tratantes carniceros, la compraban a un precio muy bajo, aprovechándose de la desgracia ajena, ya que de lo contrario tenían que tirarla.

La contrata era un convenio entre los ganaderos del pueblo que poseían ganado bovino para contribuir a paliar la desgracia, en el caso de que alguno de ellos perdiera alguna res, por accidente o enfermedad, contribuyendo económicamente el resto de los vecinos con ganados vacunos de forma proporcional al número de reses que poseía.

 En el documento que se adjunta se indica la relación de ganaderos de Humada en el año 1962 así como la cantidad que cada uno debía aportar para ayudar al vecino D. Dionisio Gutiez.

             Total cabezas de ganado = 134 reses vacunas

             Total cantidad ingresada = 924,60 ptas.

              Cantidad a aportar por cada res = 924,60 / 134 = 6,9 ptas/cabeza de ganado

Proyecto y estatutos abastecimiento de aguas 1975

En el año 1957 se llevó a la práctica la traída de aguas al pueblo de Humada.

Hasta entonces los vecinos se abastecían con agua de sus propios pozos, para uso sanitario y ganadero, en Humada casi todas las casas tenían el suyo, y de la “Fuente Vieja” para el consumo.

Se construyeron fuentes ornamentales, una con cinco o seis grifos, con asientos incluidos, pilones, … Una obra faraónica, pero … con escasez de agua.   

Los mayores recordamos, de cuando éramos niños, las idas y venidas a la “Fuente Vieja”, por sus senderos bien marcados y regidos, llevando el agua en los calderos y botijos para el consumo de casa.

Más de un botijo quedó hecho añicos al golpearlo, lógicamente por descuido, contra una piedra grande que había en el camino, quedando “los cascaritos” esparcidos por el suelo. A continuación venía la regañina, como mal menor, o un par de coscorrones para que “otra vez tengas más cuidado”.

Con el aumento de la población, el desarrollo de la ganadería y del nivel de vida, en la década de los sesenta se hicieron nuevas catas recogiendo el agua en nuevos depósitos para abastecer de suficiente caudal al vecindario.

Por desgracia esto no fue así ya que la cata que se hizo en el “cinto de la Ulaña” o “Royocinto” no dio los resultados esperados y todos los años, en la época estival, el manantial no proporcionaba el caudal suficiente para abastecer a la población.

Esta situación obligó a  cerrar el suministro de agua y abrirlo en dos momentos puntuales: por la mañana temprano y al atardecer.

Todos recordamos las enormes colas que se formaban con los calderos y recipientes de todo tipo para recoger el preciado líquido procurando no desperdiciar ni una sola gota, así como alguna que otra discusión porque algunos vecinos hacían un acopio abusivo del mismo.

Posteriormente se han buscado otras alternativas pero desde siempre el tema del agua en Humada ha sido un “problema endémico”.

A continuación se recogen los estatutos del proyecto de canalización, distribución y saneamiento de aguas  que se realizó en el año 1975.

Arrendamiento de los pastos

ARRENDAMIENTO DE LOS PASTOS

Antiguamente los pastizales, terrenos dedicados al pasto de los ganados, no eran objeto de arrendamiento ya que la mayoría de los vecinos poseían ganados que, cuidados por los pastores, echaban al campo a pacer.

Había rebaños separados de ovejas, corderos, cabras, yeguas, cerdos, vacas y bueyes. Aunque finalmente la cabaña ganadera quedó reducida a ganado vacuno, ovino y porcino.

 Es por tanto que los terrenos dedicados al pasto eran una fuente de riqueza para el pueblo.

Posteriormente con la mecanización del campo desapareció la necesidad de utilizar ganado vacuno para la realización de las tareas agrícolas por lo que su número se redujo considerablemente.

En la década de los ochenta la población fue envejeciendo y como consecuencia se produjo el abandono de la ganadería, quedando libres los terrenos dedicados al pasto, que fueron arrendados a personas que se dedicaban exclusivamente al pastoreo.

En los siguientes documentos se reflejan los contratos de arrendamiento que la Junta Vecinal de Humada estableció con  uno de estas personas que posteriormente se hizo vecino del pueblo.

Como se aprecia en los documentos estos contratos tenían una vigencia anual.

Arrendamiento fincas del Hospital del Rey (1.983)

ARRENDAMIENTO FINCAS DEL HOSPITAL

En Humada siempre hemos oído hablar de las “tierras del hospital” refiriéndose a varias hectáreas que llevaban en arrendamiento algún vecino del pueblo.

¿A qué hospital nos referimos? ¿Cuál es el origen de dicho patrimonio?

Aunque hay varias opiniones parece ser que dichos terrenos pertenecen al Hospital del Rey en Burgos, fundado en 1.195 por el rey Alfonso VIII, destinado a dar acogida a los pobres y a los peregrinos que se dirigían a Santiago de Compostela.

El rey Alfonso le dotó de numerosos privilegios y terrenos cuya administración corresponde la Abadesa de las Huelgas.

El rey Alfonso le dotó de numerosos privilegios y terrenos cuya administración y gobierno ha estado hasta el siglo pasado bajo la jurisdicción de la Abadesa de las Huelgas.

Antes de centrarnos en el tema de las “tierras del hospital” recojo, a continuación, un documento copiado literalmente de la pág. Web “Burgospedia, la enciclopedia del conocimiento burgalés”

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