Valles de Valdelucio, Rebolledo y Humada (Diario de Burgos)

Diario de Burgos

Orígenes históricos desde 500 a. C.

Amaya era la ciudad cántabra más meridional, detrás de la cual quedaban los actuales ayuntamientos de Rebolledo de la Torre, Valdelucio y Valdehumada. Esto corresponde a los años 500 a.C.

De la época romana son escasas las noticias que por ahora se conocen. Se sabe que por Valdelucio cruzaba una vía romana más o menos paralela y cercana a la actual carretera Burgos-Aguilar. Dicha vía se construyó después de las guerras de los romanos contra los cántabros, que establecieron sus tropas en los alrededores de la actual Reinosa. Hubo villas romanas en Valdelucio, siglos III-IV en Fuencaliente. Del periodo visigodo no se tienen noticias.

El 860 fue repoblada Amaya por el primer conde castellano Rodrígo. En los siglos X-XI y aún en el XII figura como cabeza de Alfóz lo mismo que Ordejón.

Congosto es mencionado el 950 en el Becerro de Covarrubias, lo mismo que Humada (950), Ordejón de Abajo (950), San Andrés de Humada, despoblado el 978. San Quirce de Humada, despoblado el 978. Respecto del Valdelucio hay que afirmar que “Lucio” es sin duda el repoblador de la zona en el s. X, aunque no hay documentación al respecto. Se conoce un abad Lucio el 974 en Covarrubias, pero se ignora por el momento si se trata de Lucio de Valdelucio, Villela es mencionada en 1011 en la documentación de Oña. La Rebolleda, hoy enclave burgalés en Palencia, fue granja dependiente de Oña hasta la época moderna.

Los restos románicos en unos casos y el pórtico románico de Rebolledo de la Torre acreditan que en el siglo XI y XII las tres comarcas pasan una etapa de apogeo.

El ejemplar más excelente de los tres ayuntamientos de influencia románica es el pórtico de la iglesia de Rebolledo de la Torre, fechado en 1.186.

Es magnífica la pila bautismal de Valtierra de Albacastro, de estilo románico. De la misma época hay varias tanto en el municipio de Humada, portada del actual cementerio y que anteriormente fue la ermita de Ntra. Sra. del Rosario, como de Valdelucio. En este último valle merece citarse la puerta de la Iglesia de Castrecías, oculta tras un pórtico con puerta. Está en fase de restauración el templo de Mundilla de Valdelucio, sencillo pero dotado de una gran armonía interior. La ermita de la Virgen de la Vega, en Pedrosa de Valdelucio, conserva igualmente una puerta con arcos románicos y unas pinturas de finales de la Edad Media. La Riba de Valdelucio cuenta también con un hermoso edificio parroquial de transición.

En Rebolledo y junto a la iglesia se puede admirar una fortaleza medieval de Garcilaso de la Vega, que el 1.333 las mesnadas de Díez de Rojas no pudieron forzar.

Parece ser que de Humada proceden los antecesores maternos de Sta. Teresa de Jesús. Hay una tradición oral que afirma que la Santa visitó esta zona el último año de su vida, desde Burgos. Santa Teresa se apellida de Cepeda y Ahumada. 

Del periodo isabelino hay un precioso retablo en Ordejón de Abajo. De 1.500 hay un sepulcro clerical en el presbiterio de Quintanas de Valdelucio.

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Las loras, una atractiva comarca.- Diario de Burgos (2-04-19999)

Diario de Burgos, 2 de abril de 1.999

En el extremo noroccidental, donde se unen la Cordillera Cantábrica con la cuenca sedimentaria del Duero, se localiza la singular comarca de las Loras, bautizada así por los geólogos por las largas y estrechas estructuras rocosas (loras). Esta orografía caracteriza y otorga una personalidad propia a esta zona de la provincia burgalesa, conocida mundialmente también por sus yacimientos de petróleo, algunos de los cuales está siendo aún explotado.

Dominando Humada y todo el valle del alto Odra se alza la Peña Ulaña, un cerro de mole caliza, con Peña Castillo como buque insignia. En la cima de este bastión, protegido por un cortado natural de 20 metros, se han localizado restos de un castro prehistórico de la primera Edad de Hierro.

 EL YACIMIENTO DE PEÑA ULAÑA SE APUNTA COMO UN COMPLEJO ARQUEOLÓGICO DE GRAN POTENCIAL.

El yacimiento de Peña Ulaña, enclavado en el término municipal de Humada, se apunta como un complejo arqueológico de gran potencial, según se desprenden de las investigaciones y análisis superficiales que han permitido confirmar y documentar restos de varios castros prehistóricos de la Edad de Hierro, entre los que figura el de Peña Castillo, uno de los más evidentes. Miguel Cisneros, catedrático de la Universidad de Cantabria, ha dirigido las campañas que han permitido delimitar y topografiar el cerro y realizar algunas catas.

El ayuntamiento de Humada y la Universidad de Cantabria firmaron hace varios años un convenio para el estudio y la documentación arqueológica del paraje conocido como Peña Ulaña.

En el caso de que las investigaciones y estudios de superficie den resultados positivos se iniciarán las excavaciones oportunas.

El yacimiento de Peña Ulaña acogió en primer año únicamente a profesores y alumnos de Cantabria. En 1.998 se comenzó con los trabajos serios de documentación y topografía de todo el cerro, así como de las estructuras que son visibles. Además de investigadores de Cantabria, estuvieron de León, valencia y Zaragoza y este año contaron también con profesores de Salamanca. 

El arqueólogo cántabro no descarta descubrimientos más importantes incluso de trascendencia mundial una vez que se hagan las catas y comiencen las excavaciones. “Los trabajos apuntan a que estamos sobre una serie de castros prehistóricos de la edad de hierro”.

Las dimensiones del complejo según los trabajos de topografiado son de 300 hectáreas. “Esto no quiere decir que toda la superficie haya sido habitada a la vez, ya que en ese caso estaríamos hablando de una ciudad de proporciones desmesuradas”, indicó el arqueólogo, quien añadió que “de momento, sólo se conoce la extensión exacta que ha podido utilizarse en diferentes épocas e incluso sus moradores pudieron no enterarse de que en el cerro habían vivido antes que ellos”.

En cualquier caso se necesitarán varios años para conocer en profundidad la importancia del yacimiento. “Pienso que estamos en un hábitat que en parte es prerromano y aunque hay quien dice que se podría hablar de la Edad de Hierro, yo prefiero ser cauto, pero sin descartar nada, dada la enorme extensión que tiene”, manifestó el arqueólogo cántabro, que tiene bien claro “que en un momento determinado hay una concepción unitaria del espacio, que es cuando se construyó la muralla”.

 PROTECCIÓN DEL CERRO DE HUMADA

Una vez localizadas gran número de estructuras que se han fotografiado y topografiado, se ha elaborado un mapa en el que aparecen todas las estructuras.

Al margen de las cuestiones científicas y las investigaciones, otra de las preocupaciones de los responsables del equipo así como de las autoridades es la protección del complejo para evitar que numerosas personas que acuden a esta zona se lleven objetos “Hemos puesto en conocimiento de Patrimonio y de la Junta este asunto”

El cerro pertenece mayoritariamente a Humada aunque también corresponde una parte a los Ordejones y San Martín de Humada. “Queremos emprender una campaña para que los vecinos conozcan la importancia del yacimiento y la necesidad de conservarlo” añade el arqueólogo.

En el corazón de las loras. El correo de Burgos (21-11-2011)

ENTRE PEÑA AMAYA Y PEÑA ULAÑA NACE EL CORAZÓN DE LAS LORAS

J. C. R. / Burgos

Los dos macizos rocosos de piedra caliza se desafían uno frente a otro y compiten como enclaves defensivos desde la época prerromana hasta la Reconquista.
Entre Humada, los dos Ordejones (de Arriba y de Abajo), Amaya y San Martín nacieron las peñas y las Loras, que así se le denomina a esta comarca, que, sin tener una altitud notable, pues rondan los 1.200 ó 1.300 metros, permiten una espectacular visión de esta zona de la provincia. Situada al noroeste y pegada a la provincia de Palencia han sido a lo largo de la historia de la humanidad enclaves importantes desde la época prerromana hasta la actualidad pasando por la Reconquista.


Belleza fina, sin estridencias. Lomas rígidas, piedra caliza y vegetación propia de la España continental, lugares en los que la población resistió el paso de decenas de civilizaciones, por ejemplo la peña El Castillo, una acrópolis natural asediada por las tropas del emperador Augusto o la capital, Amaya Patricia, que sufrió las acometidas y luchas entre cristianos y musulmanes.


En Peña Amaya la vegetación trae aromas de tomillo y aliagas, de manzanilla y brezo. Eso en su base, en el regazo más hondo de la montaña porque arriba, en las peñas, en las crestas, las rapaces sobrevuelan por encima de la montaña.

Peña Amaya es suave en las formas, pero agreste y fría en su interior. Los inviernos nevosos han modelado su figura de fina estampa; los vientos fríos del norte han rapado su vegetación al ras del suelo y el calor de los veranos secos ha permitido ver en su esplendor la caliza rala de su altura.


Peña Amaya se deja ver; se deja conocer, pero de lejos. Tanto que desde cualquier punto del noroeste de la provincia se levanta altiva. La distancia engaña y cuando parece que uno la puede tocar con la punta de los dedos, se desvanece. Es el sueño querido por muchos pero que se queda cerrado entre el consciente y el subconsciente del duermevela.

Ulaña

La Peña Ulaña, desde enfrente, mira y desafía sin cesar a Amaya. Levanta la vista desde el otro lado de la carretera y empuña su arma. Sus crestas la envalentonan y es entonces cuando se lanza al ataque visual. Sus formaciones sinclinales son espadas afiladas; el monte abrupto es el contrapunto de la llanura sobre las que se configura Peña Amaya que, de lejos, parece la cubierta de ese Titanic fantasmagórico varado en mitad de la Castilla que ya roza con el Cantábrico.

Desde Ulaña se divisan las nueve Loras: Carrascal, Pinza, Tuerces, Rebolledo de la Torre, Albacastro, Villela, Cuevas de Amaya, Barriolucio y como no, la reina del lugar: Peña Amaya.


Llega en ‘otoñinvierno’–esa estación intermedia que se balancea en las copas de los árboles para hacer caer las últimas hojas secas de los castaños, los chopos, las hayas y los robles carrascos– y las heladas de madrugada esparcen sobre las rocas una capa de raso blanco para que el sol de mediodía la rasgue y la convierta en millones de pequeñas gotitas para que la tierra chupe y se alimente.

Y desde allí, el caminante mira al horizonte, frota sus ojos heridos por la sencillez de la montaña y emprende camino a la posada donde el calor de la leña en la chimenea no es capaz de consolarle.

Cabecera del Odra y referente de las Loras.- El correo de Burgos (31-07-2015)

TROTABURGOS / HUMADA

Cabecera del Odra y referente de las Loras

A los pies de las peñas Amaya y Ulaña y al abrigo de robledales y encinares, la localidad de Humada también guarda un pequeño gran tesoro del románico.

31/07/2015


Humada luce orgullosa en la cabecera del río Odra. A tan solo 58 kilómetros de distancia de la capital y a 20 de Villadiego, este municipio forja su historia al abrigo del extenso territorio que da forma a la zona conocida como las Loras.


Enclavada al noroeste de la provincia de Burgos, Humada se sitúa en el límite con la vecina Palencia con el Páramo de Masa y otras localidades vecinas (Sotresgudo, Villadiego, Urbel del Castillo o Sargentes) como principales referencias de este paraje de tierras altas presididas por las peñas Amaya y Ulaña. Humada es cabecera municipal de un conjunto de pueblos integrados por Congosto, Fuencaliente de Puerta, Fuenteodra, Ordejón de Abajo, Ordejón de Arriba, San Martín de Humada, Rebolledo Traspeña y Villamartín de Villadiego.


Incluida en la Red Natura 2000, Humada forma parte de la Zona de Especial Protección de las Aves. No en vano, este punto de la provincia de Burgos destaca por la relevante población existente de buitres leonados. Además, cabe destacar también la presencia de otras especies como el alimoche, el águila real, el halcón peregrino o el águila perdicera.


Arropada por robledales (melojos), encinares y pastizales, Humada contaba en el censo de 2011 con una población de 139 habitantes (1). Las fiestas de San Isidro (15 de mayo) y San Miguel (29 de septiembre) centran parte de la atención anual de un municipio que guarda un gran valor cultural.


La iglesia parroquial de Humada conserva una pila bautismal de estilo románico que un estudio reciente fija originalmente en la Ermita de Nuestra Señora del Rosario. Este monumento, situado a las afueras del casco urbano de la localidad, forma las ruinas de un primitivo templo reconvertido en cementerio con el paso de los años.


Despojado de su techumbre, el perímetro sí conserva los muros originales y cede un protagonismo especial al arco de entrada, objeto de estudio entre los amantes del románico.

  • Estos datos corresponden al censo del municipio.
  • Según los datos recogidos del BOE correspondientes al  censo electoral de las elecciones locales parciales celebradas el 20/12/2015 en Humada hay 20 personas empadronadas con derecho a voto.