Peña Ulaña

                                            PEÑA ULAÑA

La Peña Ulaña se halla situada en el extremo noroccidental de la provincia, muy cerca de Peña Amaya.  Su longitud sobrepasa los 5 km en dirección NW-SE y una altitud superior a los 1.140 m, Su anchura máxima es de poco más de un kilómetro en dirección N-S. La máxima altura se alcanza en el extremo oriental, recibe el nombre de Picacho Volantín (1.226 m), señalizado por un vértice geodésico. En el extremo occidental alcanza la altura de 1.177 m. en la punta de Royo Cinto.

Peña Ulaña desde Humada

La Ulaña forma parte de un paisaje típico de la zona, las “loras”, formadas por plataformas o mesetas elevadas; recortadas por farallones rocosos, resultado de la erosión marina de épocas pasadas. Dichos farallones calizos forman un doble cinturón o doble muralla que la protegen en toda su extensión, aunque la inferior desaparece en algunos tramos. Entre las dos murallas se extiende una franja de terreno llamada “Cinto” que en algunas zonas supera los 50 m de desnivel entre ambas.

Peña Ulaña, por el flanco sur-este, junto con Peña Amaya (1.377 m) y Peña Castro (1.370 m.) , por el Oeste, y la Lorilla, por el noreste, delimitan el valle de Valdehumada, formado por los siguientes núcleos rurales: Fuencaliente de Puerta. San Martín de Humada, Fuenteodra. Rebolledo Traspeña, Villamartín de Villadiego y Humada.

En la meseta superior y en su vertiente norte se han encontrado restos de un  castro celtibérico de la II Edad del Hierro, situado en el límite sur de la antigua “Cantabria”. Ocupa una extensión de unas 586 Ha., lo que le convierte en el mayor castro de la Península y uno de los mayores de Europa

CÓMO LLEGAR

Hay que salir de Burgos por la A-231 que enfila hacia León. A la altura de Villanueva de Argaño abandonamos la autovía en dirección a Villadiego por la C-627. Desde Villadiego cogemos la BU-621 hasta llegar a Humada, después de recorrer 20 km. También es posible llegar por la carretera N-627, Burgos-Aguilar, después de recorrer algo más de 47 km tomamos, a la izquierda, el desvío que lleva a Talamillo del Tozo y Humada por la BU-V-6216.

CUÁNDO IR

Este recorrido puede realizarse en cualquier época del año, aunque es mejor hacerlo en primavera y principios de verano, cuando la vegetación está en plena floración o en otoño, cuando las hojas de los árboles tiñen el paisaje de tonos multicolores. Menos aconsejable es en verano e invierno, debido a la rigurosidad de las condiciones meteorológicas.

RECORRIDO

La ruta comienza a la entrada – viniendo desde Villadiego- del pueblo de Humada, justo enfrente del cruce de la carretera que se dirige hacia Fuenteodra y RebolledoTraspeña. Para iniciar el ascenso hacia la Ulaña hay que tomar la primera calle-camino que parte a la derecha, justo delante del Ayuntamiento. Al llegar a las últimas edificaciones del pueblo es preciso coger el primer camino que aparece a la derecha y que comienza a bordear, a media ladera, los cortados rocosos de la peña.

LA MÍTICA PEÑA AMAYA

Peña Amaya y Peña Castro desde la Ulaña

Poco a poco y al ganar en altura aparecen ante el caminante unas espléndidas panorámicas del conjunto de la comarca de las Loras. En primer término y presidiendo el paisaje se alza el macizo relieve de la mítica Peña Amaya. Aunque parezca increíble sus solitarios y casi olvidados peñascos constituyen uno de los enclaves más señalados dentro de la arqueología y la historia de todo el norte de España: poblado de la Edad del Bronce, importante ciudad de la Cantabria prerromana, capital de uno de los ducados visigodos y baluarte de la reconquista cristiana. Históricos personajes como el emperador romano Augusto y el invasor árabe Tarik han dejado su huella en estas hoy desoladas tierras.

Peña Amaya y Peña Castro a su derecha

Tras pasar por una cruz de piedra el camino que discurre entre una vegetación de brezos, tomillo y aulagas, alcanza una nueva bifurcación. Se debe tomar el sendero que, por la izquierda,  continúa ascendiendo por la ladera que bordea el frente inferior de la cresta de Peña   Ulaña. Durante algunos tramos el sendero, debido a su escasa utilización, se pierde invadido por la maleza y es necesario prestar mucha atención para no perder la dirección correcta. La mejor referencia es progresar en paralelo a la carretera –queda a la derecha del caminante- y a los relieves de la peña. Después de unos cuantos cientos de metros el sendero se aproxima a la carretera y tras cruzar unas cuantas tierras de labor desemboca en un marcado antiguo camino que hacia la izquierda indica el ascenso a la peña.

Unos pronunciados y empinados zigzag permiten acceder, superando un primer frente calizo, a una especie de pasillo llamado “cinto”, como hemos indicado anteriormente. A partir de este punto hay que seguir, durante más de cinco kilómetros, el citado pasillo hacia la derecha.

Sin ningún tipo de problema el recorrido discurre ahora por el ancho pasillo labrado en las rocas que nos permite rodear el impresionante farallón, cerca de cien metros de desnivel. Precisamente es en estos inaccesibles cortados donde tiene su hábitat una nutrida comunidad de aves rapaces. En los cielos de la Ulaña es fácil ver desde el pausado vuelo de los buitres leonados hasta las majestuosas siluetas de las águilas real y perdicera. También anidan en la zona alimoches, halcones peregrinos y búhos reales.

Flanco sur de Peña Ulaña

Un bosque de encina degradada cubre las áreas más empinadas de las laderas y sirve de refugio a un buen número de jabalíes y corzos. Tampoco es infrecuente observar las huellas de algún tejón e incluso son visibles las andanzas cazadoras de gatos monteses y zorros. En las zonas más llanas del pasillo la vegetación autóctona ha sido sustituida por un pinar –pino albar- de repoblación.

El sendero, a veces desaparece su rastro, permite ir descubriendo una serie de magníficas panorámicas de la región. Una de las más impactantes es la que se puede admirar al llegar, después de cruzar el pequeño arroyo que alimenta el molino del Pisón, que ahora lo han rebautizado como molino de Bernabé, en relación a su propietario Bernabé Lucio. Se encuentra la altura de Ordejón de Abajo.

PEÑA CASTILLO

Justo debajo del espectador y frente al pueblo se yergue la inaccesible e impresionante atalaya de Peña Castillo. En la cima de este impresionante bastión de sólo 150 metros de diámetro, que queda protegió en todo su perímetro por un cortado natural de más de 20 metros de altura, se han localizado los restos de un castro prehistórico de la Primera Edad del Hierro.

Peña Castillo desde la Ulaña

ORDEJÓN DE ABAJO

Desde esta panorámica, un poco más lejos,  observamos el pueblo de Ordejón de Abajo, del que  destaca su iglesia, consagrada a Sta. María, de finales del siglo XV o inicios del XVI, aunque conserva restos de la primitiva iglesia románica como la portada meridional, un capitel doble en el arco perpiaño, algunos canecillos reutilizados y una interesante pila bautismal. En su interior merece la pena contemplar el retablo del altar mayor de estilo renacentista dedicado a la Asunción de la Virgen. Esta riqueza artística nos da idea de la importancia que tuvo Ordejón en épocas anteriores cuando llegó a ser cabeza de arciprestazgo.

ORDEJÓN DE ARRIBA

Continuando con nuestra ruta el camino se convierte ahora en un cómodo sube y baja y se va asomando a los distintos miradores naturales que se abren al valle del rio Odra. Para saber que se está en la buena dirección siempre hay que tener las crestas de la Ulaña a mano izquierda y los pliegues rocosos que limitan el pasillo a la derecha. Sin perder altura hay que seguir rodeando la peña y tras atravesar una zona de bloques desprendidos enlazar con el camino que sube desde el cercano pueblo de Ordejón de Arriba, que se divisa a mano derecha.

Ordejón de Arriba tiene una pequeña iglesia dedicada a San Juan y su población se dedica a compaginar la agricultura con la ganadería.

Ordejón de Arriba

EL PORTILLO DEL INFIERNO

Siguiendo este nuevo camino hacia la izquierda muy pronto se llega a la altura de las antenas y repetidores de televisión que se alzan sobre los 1.226 metros del extremo oriental de la Ulaña, su punto más alto. Sin tomar los caminos y senderos que descienden hacia la derecha hay que seguir rodeando –en este caso la mejor referencia la constituyen las citadas antenas de telefonía- la peña, bajo la sombra de un denso pinar, hasta alcanzar el Portillo del Infierno. De nuevo se localiza un alargado pasillo que discurre paralelo a la culminación de la lora. A la derecha del caminante se abre una interminable perspectiva con algunas de las comarcas más septentrionales de la provincia burgalesa.

Nada más comenzar a descender el pequeño collado –hay que tener en cuenta que en toda esta zona los caminos y senderos están muy desdibujados- se localiza a mano izquierda una brecha abierta en la cresta caliza y que aparece señalada por un pequeño cono de derrubios. Este accesible paso natural permite sin ninguna dificultad subir -tras superar otro inesperado pasillo colgado- hasta la misma cima de la meseta superior donde se encuentran las antenas de telefonía.

Justo delante de las mismas se encuentra el vértice geodésico que marca los 1226 metros del punto más alto de la Ulaña.

Situándonos en el borde, asomados al vacío, divisamos la continuidad de la peña, un cordal rocoso que continua aún a menor cota hacia el Urbel alto. Abajo, atisbamos el Portillo del Infierno, único paso que por esta sierra unía los pueblos de la vertiente sur (el desaparecido Hormicedo, Villanueva de Puerta, Los Valcárceres,…) con los del norte (San Martín de Humada, Fuencaliente de Puerta, etc…). Hoy lógicamente el portillo no se utiliza para este fin, pero no deja de sugestionarnos su visita ya que el lugar es verdaderamente impresionante.

Flanco sur de Peña Ulaña al fondo peña del Castillo
San Martín de Humada desde Peña Ulaña

Desde el vértice geodésico de Portillo se distinguen con facilidad las nueve loras que junto a la Ulaña, definen la personalidad geomorfológica de la comarca: Carrascal, Pinza, Barriolucio, Tuerces, Rebolledo, Albacastro, Peña Amaya, Villela y Cuevas de Amaya.

Continuamos el recorrido bordeando la peña pero esta vez por el lado norte. Aún nos queda un largo trayecto porque las dimensiones de la peña son extensas unos cinco kilómetros de un extremo a otro y algo más de un kilómetro en la zona más ancha. El recorrido es fácil ya que la cima de Peña Ulaña es una gran superficie totalmente plana y el terreno despejado dejando a nuestra izquierda un bosque de pinos de repoblación.

Muralla en la cima de Peña Ulaña

Llegamos al otro extremo, el occidental, conocido como Punta de Royocinto de 1.177 m de altitud desde donde contemplamos en todo su esplendor peña Amaya y Peña Castro y a sus pies parte del valle de Valdehumada, a lo lejos los pueblos de Villamartín de Villadiego y Rebolledo Traspeña, un poco más próximo se ve Fuenteodra y  a nuestra derecha Humada, pegando a la Ulaña.

Valle de Valdehumada desde Peña Amaya

A lejos, en días claros, se divisa la cordillera cantábrica en concreto la zona del Alto Campoó, con el pico Tres Mares, de gran valor paisajístico cuando se muestra cubierta de nieve.

Humada desde Peña Ulaña

Retrocedemos desandando el camino hasta encontrar un portillo que nos permita bajar al corredor inferior conocido como Cinto de la Ulaña que recorreremos hasta situarnos enfrente de Humada, en la plataforma llamada la Mazuela, donde se abre un nuevo paso natural, que nos permite llegar sin problemas al lugar en donde se inició el recorrido.

Humada, al fondo Peña Ulaña

P.D.: En otro artículo hemos hecho referencia al Castro de la Ulaña para tratarlo con mayor profundidad.

Fuentes de información:

http://sendasdeburgos.blogspot.com.es/2013/05/pena-ulana.html

http://tierrasdeburgos.blogspot.com.es/2010/11/ruta-de-senderismo-pena-ulana.html

Libro: Caminando por las Loras

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