En el año 1957 se llevó a la práctica la traída de aguas al pueblo de Humada.
Hasta entonces los vecinos se abastecían con agua de sus propios pozos, para uso sanitario y ganadero, en Humada casi todas las casas tenían el suyo, y de la “Fuente Vieja” para el consumo.
Se construyeron fuentes ornamentales, una con cinco o seis grifos, con asientos incluidos, pilones, … Una obra faraónica, pero … con escasez de agua.
Los mayores recordamos, de cuando éramos niños, las idas y venidas a la “Fuente Vieja”, por sus senderos bien marcados y regidos, llevando el agua en los calderos y botijos para el consumo de casa.
Más de un botijo quedó hecho añicos al golpearlo, lógicamente por descuido, contra una piedra grande que había en el camino, quedando “los cascaritos” esparcidos por el suelo. A continuación venía la regañina, como mal menor, o un par de coscorrones para que “otra vez tengas más cuidado”.
Con el aumento de la población, el desarrollo de la ganadería y del nivel de vida, en la década de los sesenta se hicieron nuevas catas recogiendo el agua en nuevos depósitos para abastecer de suficiente caudal al vecindario.
Por desgracia esto no fue así ya que la cata que se hizo en el “cinto de la Ulaña” o “Royocinto” no dio los resultados esperados y todos los años, en la época estival, el manantial no proporcionaba el caudal suficiente para abastecer a la población.
Esta situación obligó a cerrar el suministro de agua y abrirlo en dos momentos puntuales: por la mañana temprano y al atardecer.
Todos recordamos las enormes colas que se formaban con los calderos y recipientes de todo tipo para recoger el preciado líquido procurando no desperdiciar ni una sola gota, así como alguna que otra discusión porque algunos vecinos hacían un acopio abusivo del mismo.
Posteriormente se han buscado otras alternativas pero desde siempre el tema del agua en Humada ha sido un “problema endémico”.
A continuación se recogen los estatutos del proyecto de canalización, distribución y saneamiento de aguas que se realizó en el año 1975.